Respuesta Rápida: Introduce aire en el frasco, gira el vial boca abajo y extrae la dosis con una jeringa nueva. Elimina las burbujas antes de inyectarte. Sigue pasos precisos para hacerlo de forma segura y eficaz.
Si te han diagnosticado diabetes insulinodependiente, uno de los primeros hábitos que tendrás que incorporar a tu rutina es el uso diario de insulina. Aunque hoy en día existen múltiples formas de administración -desde plumas hasta bombas electrónicas-, muchas personas siguen utilizando viales de insulina con jeringas, una opción eficaz y, a menudo, más económica.
Sabemos que al principio puede imponer un poco: agujas, dosis, viales... todo es nuevo. Pero con la información adecuada y algo de práctica, extraer insulina con una jeringa se vuelve un proceso sencillo y rutinario. En esta guía encontrarás todos los pasos clave para hacerlo de forma segura y precisa.
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Antes de Empezar: ¿Qué Necesitas?
Busca un espacio limpio, bien iluminado y tranquilo. Ten a mano:
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Tu vial de insulina
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Una jeringa nueva
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Toallitas con alcohol
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Un contenedor para objetos punzantes
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(Opcional) Tu diario de control de diabetes
Y lo más importante: lávate bien las manos antes de tocar cualquier cosa. Es un paso básico, pero esencial para evitar infecciones.
1. Saca la Insulina de la Nevera con Antelación
Antes de utilizar un vial nuevo de insulina, es importante recordar que este medicamento se conserva en frío, normalmente en la nevera. Sin embargo, inyectarla directamente desde el refrigerador puede provocar molestias, ya que el líquido frío puede causar escozor o sensación desagradable en la piel.
¿Qué hacer?
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Si vas a usar un frasco por primera vez, sácalo de la nevera con al menos 30 minutos de antelación.
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Déjalo reposar a temperatura ambiente. No es necesario calentarlo, simplemente deja que el tiempo haga su trabajo.
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Evita colocarlo junto a fuentes de calor (radiadores, microondas, sol directo), ya que la insulina es sensible a temperaturas extremas y podría estropearse.
Consejo útil: Puedes aprovechar ese tiempo para preparar el resto del material necesario y organizarte con calma.
2. Comprueba el Estado del Vial y la Jeringa
Antes de extraer la insulina del vial, dedica unos segundos a verificar que tanto el frasco como la jeringa están en perfecto estado. Este paso puede parecer rutinario, pero es clave para garantizar una administración segura y precisa.
Revisa lo siguiente:
- Fecha de caducidad: Asegúrate de que el vial no esté vencido. Una insulina caducada puede perder eficacia y comprometer tu control glucémico.
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Aspecto del contenido: Observa con atención. No uses la insulina si notas:
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Partículas en suspensión
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Cambios de color
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Separación en capas extrañas
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Compatibilidad de la jeringa: Comprueba que estás utilizando la jeringa correcta para tu tipo de insulina.
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La mayoría de las insulinas tienen concentración U-100 (100 unidades por mililitro), y deben administrarse con jeringas U-100.
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Usar una jeringa no compatible puede alterar la dosis real y causar desequilibrios importantes en tus niveles de glucosa.
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Recuerda: Tu farmacéutico suele entregarte el material adecuado, pero una revisión rápida puede evitar errores importantes.
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3. Mezcla la Insulina (si es necesario)
No todas las insulinas son iguales. Algunas son completamente transparentes, mientras que otras, como las insulinas intermedias (NPH), presentan un aspecto turbio.
Si tu insulina es turbia o es una mezcla, debes agitarla suavemente antes de extraerla. Hazlo girando el vial entre las palmas unas 10 veces, sin agitar con fuerza para evitar la formación de burbujas.
4. Desinfecta la Parte Superior del Vial
Este paso, aunque sencillo, es esencial para evitar contaminaciones y mantener la insulina en buen estado desde el primer uso.
Sigue estos pasos para hacerlo bien:
- Retira el precinto si el frasco es nuevo
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Muchos viales vienen con una tapa rígida de plástico que protege la goma.
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Retírala antes del primer uso para acceder al tapón de goma.
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- Limpia la superficie con alcohol
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Usa una toallita impregnada en alcohol al 70 % o una gasa estéril humedecida.
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Frótala sobre la goma superior durante unos segundos.
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Espera unos instantes a que el alcohol se evapore por completo antes de introducir la aguja.
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Evita tocar la goma directamente con los dedos
- Una vez desinfectada, no vuelvas a tocar la zona limpia, ni siquiera por descuido. Cualquier contacto puede introducir bacterias.
Consejo de seguridad extra: Si sueles llevar tu frasco contigo en salidas o viajes, usa fundas de silicona o estuches protectores. Estos accesorios:
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Protegen el cristal ante golpes o caídas accidentales
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Ayudan a mantener el vial limpio y aislado de la suciedad del entorno
5. Usa siempre una jeringa nueva: más seguro y más preciso
Puede parecer tentador reutilizar una jeringa para ahorrar tiempo o reducir residuos, pero es un error que puede poner en riesgo tu salud. Las agujas están diseñadas para un solo uso, y hay varias razones de peso para respetarlo.
¿Por qué es tan importante utilizar una jeringa nueva en cada inyección?
- Riesgo de infección: Después del primer uso, la aguja ya no es estéril. Volver a usarla puede permitir la entrada de bacterias en la piel, provocando infecciones o inflamaciones en el lugar de la inyección.
- Daño en la piel: Las agujas se desgastan con el uso. Aunque no lo veas a simple vista, después de un solo pinchazo la punta ya está menos afilada. Reutilizarla puede causar:
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Dolor al pincharse
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Irritación o pequeños hematomas
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Lipodistrofias (engrosamiento o hundimiento de la piel)
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Pérdida de precisión en la dosis: Una aguja usada puede obstruirse o gotear insulina, lo que provoca dosis imprecisas. Y en un tratamiento como el de la diabetes, cada unidad cuenta.
En resumen: Una aguja nueva no solo es más higiénica, sino que te garantiza una aplicación correcta, más cómoda y segura. No reutilices, ni siquiera "una sola vez".
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6. Introduce Aire en el Vial
Este pequeño gesto facilita mucho la extracción de la insulina y evita complicaciones innecesarias.
¿Por qué es necesario? Si no introduces aire en el vial antes de extraer el líquido, se puede generar un vacío que hace más difícil llenar la jeringa.
Cómo hacerlo:
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Retira el tapón de la jeringa.
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Tira del émbolo hasta llenar la jeringa de aire con un volumen equivalente a tu dosis de insulina.
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Inserta la aguja en el frasco y inyecta ese aire dentro del vial.No retires aún la jeringa.
Este paso equilibra la presión interna del frasco y hace que la insulina salga de forma fluida y sin esfuerzo.
7. Extrae la Insulina
Con la aguja aún dentro, gira el vial boca abajo. Asegúrate de que la punta de la aguja está sumergida en el líquido y tira del émbolo para llenar la jeringa ligeramente por encima de la dosis deseada.
8. Elimina las Burbujas de Aire
Aunque pueden parecer inofensivas, las burbujas de aire en la jeringa alteran la cantidad real de insulina que vas a inyectarte. Incluso una pequeña burbuja puede marcar la diferencia, sobre todo si estás ajustando dosis finas.
¿Por qué hay que eliminarlas?
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Ocupan espacio dentro de la jeringa que debería estar lleno de insulina.
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Si no las purgas, inyectas menos dosis de la que crees.
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Afectan la eficacia del tratamiento y pueden hacer que tus niveles de azúcar se descontrolen.
¿Cómo hacerlo correctamente?
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Sujeta la jeringa con la aguja apuntando hacia arriba.
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Da unos golpecitos suaves con el dedo para que las burbujas suban a la parte superior.
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Presiona lentamente el émbolo hasta que veas salir una gota de insulina por la punta de la aguja.
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Ajusta de nuevo el émbolo hasta que quede exactamente la cantidad que necesitas.
Este paso, conocido como "purgar la jeringa", es clave para que tu dosis sea precisa y efectiva cada vez.
9. Inyéctate la Insulina de Inmediato
Una vez completado el proceso, la insulina debe inyectarse de forma inmediata. Si por alguna razón necesitas preparar varias jeringas por adelantado, hazlo solo bajo supervisión médica, ya que no todos los tipos de insulina pueden conservarse en jeringas precargadas.
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Mezclar dos tipos de insulina en una jeringa: solo si tu médico lo indica
En algunos tratamientos, es posible que tu endocrino te recomiende combinar dos tipos de insulina en una sola inyección para simplificar el número de pinchazos al día. Esto suele hacerse con:
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Insulina de acción rápida o corta (para controlar el azúcar tras las comidas)
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Insulina de acción intermedia o prolongada (para mantener niveles estables entre comidas y durante la noche)
Importante: Solo debes hacerlo si tu profesional sanitario te lo ha indicado. No todas las insulinas se pueden mezclar, y hacerlo por tu cuenta puede alterar la eficacia del tratamiento.
¿Cómo se mezclan correctamente en una jeringa?
Sigue siempre este orden para evitar contaminaciones entre los frascos:
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Extrae primero la insulina clara
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Esta suele ser la insulina de acción rápida.
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Asegúrate de que el vial ha sido desinfectado y de que la insulina está transparente.
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Después, extrae la insulina turbia
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La de acción intermedia (como NPH), que previamente habrás mezclado suavemente si es necesario.
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Este orden se utiliza porque si contaminas el vial de insulina rápida con la turbia, podrías alterar su absorción, y eso afectaría a tu control glucémico.
Consejo: Si estás empezando con este tipo de mezcla, practica con tu equipo médico o en un entorno supervisado antes de hacerlo en casa por tu cuenta.
¿Se puede extraer insulina de una pluma con jeringa? Solo en casos excepcionales
Es una duda común, sobre todo si te encuentras en una situación inesperada o sin acceso a un vial. Sin embargo, no se recomienda extraer insulina de una pluma usando una jeringa, y los propios fabricantes lo desaconsejan de forma clara.
¿Por qué no es buena idea?
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Las plumas y cartuchos no están presurizados como los viales, y no están diseñados para que se les inserte una aguja externa.
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Al perforarlos, podrías dañar el mecanismo interno, provocar fugas o inyectarte una dosis incorrecta.
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También corres el riesgo de contaminar el contenido si introduces una jeringa que no es estéril.
Solo hazlo en caso de emergencia extrema, y únicamente si:
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No tienes acceso a un vial.
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Tienes experiencia previa.
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Tu médico te ha indicado cómo proceder.
En cualquier otro caso, es mejor evitarlo.
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📌 Puntos clave:
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🧊 Deja la insulina a temperatura ambiente antes de usarla para evitar molestias al inyectarla.
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💉 Usa siempre una jeringa nueva para garantizar seguridad, higiene y precisión en la dosis.
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🔄 Introduce aire en el vial y extrae la insulina con cuidado, eliminando burbujas antes de inyectarte.
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🧪 Mezcla correctamente la insulina si usas dos tipos (clara y turbia), y solo si tu médico lo indica.
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⚠️ No extraigas insulina de una pluma a menos que sea una emergencia y tengas indicación médica.
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¿Estás empezando con el uso de insulina en viales? ¿Tienes algún truco o duda sobre el proceso? Déjanos un comentario y comparte tu experiencia - entre todos podemos hacer que el día a día con diabetes sea un poco más fácil.
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Publicado originalmente: 20 de mayo de 2025